Historia del descubrimiento de la L-dopa y cómo la levodopa cambió el tratamiento de la enfermedad de Parkinson
La introducción de L-Dopa ha sido un hito para la enfermedad de Parkinson. Antes de usar L-Dopa, la enfermedad de Parkinson se consideraba una condición incapacitante sin tratamiento efectivo. Aunque diferentes moléculas han sido ampliamente probadas para tratar la enfermedad de Parkinson, el desarrollo de L-Dopa fue un punto de inflexión en la neurología y la investigación médica contra el Parkinson.
En 1913, el joven químico suizo Markus Guggenheim fue el primero en aislar L-dopa (precursor de la dopamina) de las plantas de Vicia faba. También realizó una autoexperición donde ingirió 2,5 g de L-dopa y sintió muchas náuseas. Sin embargo, lo interpretó como una irritación no especificada de la mucosa gástrica y concluyó que la L-dopa era principalmente ineficaz.
Falta de neuronas dopaminérgicas en la enfermedad de Parkinson
Luego, casi 50 años más tarde, Hornykiewicz y su colaborador Ehringer encontraron que el contenido de dopamina se redujo significativamente en partes específicas del cerebro de los pacientes de Parkinson fallecidos. Conociendo las obras de Guggenheim, Hornykiewicz inició los primeros intentos de terapia con L-dopa en los pacientes de Parkinson, con la esperanza de que L-dopa podría superar la barrera hematoencefálica. Publicó sus resultados en 1961 junto con el neurólogo Birkmayer, destacando la mejora significativa en la acinesis, caracterizada por la pérdida de la capacidad de crear movimiento muscular en los pacientes con enfermedad de Parkinson después de la administración de L-Dopa, y su más largaefectos duraderos.
L-dopa sigue siendo el tratamiento estándar de oro en el manejo de la enfermedad de Parkinson
Sin embargo, el avance médico se produjo seis años después de este primer ensayo de levodopa, cuando Cotzias y colaboradores (1967) introdujeron el régimen crónico de alta dosis de levodopa oral, que básicamente todavía se practica hoy en día. Actualmente, hay un creciente interés en la investigación sobre los efectos neuroprotectores, su extracción y su eficacia de L-Dopa natural. A diferencia de los tratamientos con levodopa sintética, el tratamiento enriquecido en L-Dopa natural restauró significativamente el contenido endógeno de levodopa, dopamina, norepinefrina y serotonina en el cerebro (Manyam et al, 2004).
Que sea sintética o natural, L-Dopa ayuda a controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson y, por lo tanto, ha sido un hito para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
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